antes de seguir con la siguiente historia, debes haber leído "he vuelto por tí"
Ya había viajado a París cuando tenia 15 años con mi madre, solo había ido por diversión y paseo, pero ahora he vuelto para buscar ala persona que amo, al chico que deje una vez y ahora quiero recuperar.
Diego era muy sensible, cariñoso también, siempre me daba muchos abrazos y besos, siempre decía lo que sentía, bueno eso era hace cuatro años, no se como será ahora, ojala siga siendo el mismo chico del que me enamoré.
Tenia la dirección de donde vivía él, pues me hospede al frente, en mi cabeza solo surgía ideas sobre que me diría, si me quería ver o ya no, miraba por la ventana casi siempre, para ver si salia o no, los nervios me comían viva, así pase un día sin saber que hacer.
Al día siguiente por la noche, me asome a la ventana para ver la calle, por que en parís siempre las noches son bonitas, de pronto miré que él estaba ahí, con un polo blanco, el corte de cabello seguía igual, la sonrisa de siempre, su forma física había cambiado un poco, ya no era un niño, era un hombre, todo estaba muy bien en él, lo único malo era que había una chica que no era yo y lo abrasaba, pues parecía que era mas que su amiga.
La mañana siguiente, fui a verlo, toque el timbre con mis manos temblando, que no era por el frió, si no por los nervios que me daba.
-Diego Hola
-¿Camila?¿eres tú?
-Si soy yo - mi voz era la mas nerviosa, pues él tenia una cara de sorprendido, al principio pense que su mirada era de "que rayos haces aquí" pero me dio un abrazo fuerte, que me calentó de tanto frió que sentía.
-Si soy yo - mi voz era la mas nerviosa, pues él tenia una cara de sorprendido, al principio pense que su mirada era de "que rayos haces aquí" pero me dio un abrazo fuerte, que me calentó de tanto frió que sentía.
-Discúlpame si me fui así, sin decir nada, tenia 16 años no sabia lo que hacia.
-Camila no te preocupes, éramos jóvenes y no estoy muerto, estoy bien y feliz porque estés aquí.
La tarde no duro mucho para nosotros dos, porque luego llego ella, era muy bonita, flaca con un cuerpo envidiable, su cabello ni que decir, un color hermoso, sus ojos eran como esmeraldas, era la mujer perfecta para Diego, pero por más perfecta que sea ella, yo vine aquí por él y no pienso irme sin él.
